Qué es el mobbing o acoso laboral
El psicólogo sueco Heinz Leymann fue el primero en usar el término “mobbing” en los años 80. Lo definió como “el empleo de una violencia psicológica extrema, de forma sistemática y prolongada en el tiempo (con un mínimo de seis meses) sobre otra persona en el lugar de trabajo”. Completó su definición con un listado de 45 comportamientos hostigadores que giran en torno a atentar contra la reputación o la dignidad de una persona o su trabajo y manipular comunicación o información de forma injusta en su contra.
Iñaki Piñuel, experto en acoso laboral y profesor de la Universidad de Alcalá de Henares, recoge en su libro ‘Mobbing: cómo sobrevivir al acoso psicológico en el trabajo”, 42 claves para que el empleado sepa identificar si está siendo víctima de mobbing.
Según el Informe Cisneros II sobre violencia en el entorno laboral, realizado por Iñaki Piñuel en Madrid, Alcalá de Henares y Guadalajara, uno de cada tres trabajadores en activo afirma haber sufrido en alguna ocasión maltratos psicológicos a lo largo de su vida laboral.
Un 70% de los 2.500 trabajadores encuestados se siente víctima del maltrato laboral desde hace más de dos años y un 45% reconoce haber sido testigo de este problema.
Causas del acoso laboral
Existen diversas causas que pueden llevar a la persecución laboral:
- no haber cedido a las exigencias de un jefe o compañero manipulador. Los propios compañeros que sí cedieron se convertirán en cómplices, ya que sentirán que este les ha fallado y que está poniendo en peligro el clima laboral.
- negarse a participar en contra de la empresa.
- ser un trabajador brillante: el acosador tiene miedo de que le quiten el puesto.
- la envidia del acosador a la víctima en cualquier otro aspecto.
- una mala organización en la empresa también puede desembocar en mobbing: mala definición de tareas, funciones y objetivos, abuso de poder, precariedad laboral, la cultura del miedo, fomento de la competitividad de entre compañeros.
¿Cómo reconocer un caso de mobbing?
La víctima del mobbing es aislada de sus compañeros, se reubica dentro de la oficina alejándoles de ellos, a quienes se les puede llegar a prohibir que hablen con la víctima. Se le critica sistemáticamente, tanto a su persona como su trabajo. No se le deja intervenir, se cuestiona todo lo que dice o hace, se le asignan tareas sin sentido, inútiles, sin sentido, muy por encima o por debajo de sus capacidades.
En ocasiones también se ataca la vida privada de la víctima, riéndose de sus capacidades, de su vida personal, haciéndoles parecer estúpido, criticándole permanentemente.
La violencia física, agresiones verbales, gritos, insultos, amenazas o difamaciones que también se dan a veces completan el cuadro de acoso laboral al que se enfrentan las víctimas de mobbing en su puesto de trabajo.
Cómo se siente la víctima del acoso en el trabajo
Para la víctima del bullying laboral ir al trabajo acaba convirtiéndose en una auténtica pesadilla. Se sienten arrinconadas, marginadas, humilladas y amenazadas por el acosador y su grupo de seguidores. Pero lo peor es que la situación es tan aberrante que, cuando comentan su problema, la gente no les cree o piensa que exagera. Así la víctima se va aislando e incluso pueden llegarle a hacerle creer que es la causa del problema. La víctima de mobbing se encuentra en un laberinto del que no sabe cómo salir. No sabe qué hacer ni a quién acudir.
Denunciar por acoso laboral: pruebas de mobbing
El primer paso para dejar atrás la persecución laboral es ser consciente de ella. Luego puedes plantearte denunciar pero para ello es fundamental recoger pruebas (documentos, certificados médicos…) y buscar testigos. Es complicado encontrarlos ya que tienen miedo a tener represalias. El médico de la empresa, un inspector de trabajo, la Seguridad Social, organizaciones sindicales y el comité de empresa podrían convertirse en importantes apoyos para probar que existe mobbing. Las pruebas deben poner de manifiesto que ha existido maltrato laboral durante más de seis meses provocando en la víctima un daño psicofísico importante e irreparable que le incapacite para desenvolverse con normalidad en su puesto de trabajo.
Suele ser necesario el trabajo de un perito para establecer una relación causa efecto entre los síntomas de la víctima del mobbing y el comportamiento del acosador.
Iñaki Piñuel explica que “a diferencia de otros riesgos psicosociales, como el síndrome del quemado –burn out– o el estrés, que suelen ser consecuencia del entorno laboral, el mobbing es un hostigamiento personal, existe un agresor y una víctima”.
Más de dos millones y medio de personas sufren acoso psicológico en su puesto de trabajo.
Sólo un caso de cada mil se denuncia y en la mitad de ellos se pacta una indemnización entre el empleado y la empresa. De los que llegan a juicio, solo la mitad ganan.
Tipos de mobbing
Existen tres tipos de mobbing en función de la posición que ocupen la víctima y su acosador en la organización: ascendente, descendente y horizontal.
El mobbing ascendente lo llevan a cabo uno o varios subordinados sobre su superior. Se suele dar cuando alguien externo a la compañía se incorpora como jefe, en vez de producirse un ascenso de alguno de los trabajadores con antigüedad dentro de la empresa, aunque también puede darse si se asciende a un trabajador sin haberlo consultado con el resto del equipo y haberlo comunicado de forma prudente antes de dar el paso. Por último, pueden verse en esta situación jefes arrogantes y autoritarios con sus superiores.
El mobbing horizontal se da entre trabajadores con un mismo rango aunque puede suceder que la víctima tenga en la práctica un puesto superior. Puede darse por envidias o ser ataques personales. En general el acosador suele configurarse como un grupo de personas.
Por último, el mobbing descendente, que suele ser el más habitual, aquel que se produce entre un jefe y sus subordinados. Desprecios, falsas acusaciones o insultos van mermando a la víctima. Existen dos motivos principales del acosador para maltratar a la víctima: mantener su posición de poder o forzar la salida “voluntaria” de la persona de la compañía para evitarse costes de indemnización por despido improcedente.
En 2005 se estrenó la película “Mobbing”, dirigida por Sonia Sánchez, en la que Reyes, la nueva jefa de Esther, intentará deshacerse de ella recurriendo al acoso laboral para evitar que destape una estafa en la que participó.
Podemos distinguir otros dos tipos más de mobbing, el network mobbing o internet mobbing o el mobbing maternal o la discriminación por embarazo.
Network mobbing o internet mobbing
El network mobbing consiste en humillar o atacar a la víctima a través de internet, utilizando el mail o las redes sociales. El principal problema es que puede continuar tras la salida de la víctima del departamento o empresa y además deja huella.
Mobbing maternal
Para terminar, destacamos el mobbing maternal (paternal) del que tantas de nuestras seguidoras (y seguidores) han sido víctimas en mayor o menor medida, que consiste en maltratar a las mujeres embarazadas o madres recientes. El objetivo principal en estos casos no es tanto acabar con la víctima sino utilizarla como ejemplo de lo que podría pasarle a otras mujeres de la compañía si se quedaran embarazadas, para quitarles esa idea de la cabeza. Aunque el objetivo principal no sea acabar con la víctima, suele tener consecuencias físicas, psicológicas y laborales para la madre. La fundación Madrina, que ayuda a las jóvenes embarazadas en riesgo de exclusión social, afirma que la mitad de las mujeres que atienden han sufrido acoso laboral en el momento de quedarse embarazadas. Iñaki Piñuel recoge en sus estudios que un 18% de las trabajadoras han denunciado que en su empresa se producen presiones contra las mujeres por causa de su maternidad. Si tenemos en cuenta que la mayoría de los casos no se denuncian, la cifra real debe ser significativamente superior.
En nuestra web y libros contamos con varios casos reales de mobbing maternal/paternal, aunque en muchos casos ocultan su identidad por miedo a represalias:
– Mamiconcilia o la historia de una necesidad vital
– Y tú, ¿piensas recuperar el tiempo perdido durante tu embarazo?
– Historia de madres desconciliando
Puedes compartir tu testimonio con nosotros: si lo estás viviendo actualmente, por desahogo, y si ya lo superaste, contándonos cómo lo conseguiste, porque puede ayudar a otras personas que se encuentren en la misma situación.
Falso mobbing
En diciembre de 2010 entró en vigor la reforma del Código Penal(LO 5/2010), pasándose a considerar delito la realización reiterada de “actos hostiles o humillantes que, sin llegar a constituir trato degradante, supongan grave acoso contra la víctima” (art. 173.1). En caso de mobbing, acosado y acosador deberán ir a juicio. La pena puede llegar hasta a dos años de prisión.
Esta reforma legal ha hecho que algunas personas, falsos acosados, denuncien a sus compañías o superiores con ánimo de lucro.
Fuentes:
http://www.laboris.net/static/ca_dia_mobbing.aspx
http://www.proteccion-laboral.com/network-mobbing-nuevos-tipos-de-violencia-laboral/
http://www.expansion.com/2010/12/23/empleo/desarrollo-de-carrera/1293119933.html
Gracias por su artículo. Aquí les dejo un enlace a un resumen interesantísimo, sobre la verdadera naturaleza del acosador. Creo que puede ser de mucha ayuda sobre todo para aquellas personas que ya se alejaron del foco tóxico, pero siguen teniendo secuelas
https://vueltaalorigensite.wordpress.com/2016/01/31/mobbing-acoso-psicologico/